Toda aquella empresa que provee una solución a nivel de servicio o que ofrece un producto es susceptible de poder explorar y adentrarse en el mercado de las licitaciones públicas, con la clara finalidad de que la Administración Pública pueda ser uno de sus clientes principales o que contribuya a la cifra de negocio. Desde Metropol Abogados en este nuevo artículo queremos compartir algunos consejos para ganar una licitación pública, o al menos, aumentar de forma notable las probabilidades de poder ganarla.

• La primera regla básica. Entender y comprender el alcance del contrato asociado al proyecto y ser autocríticos con nosotros mismo de si somos competitivos para cumplir con los objetivos asociados al mismo, y lo que es más importante, si disponemos de los medios técnicos y organizativos para poder rendir cuentas durante la duración del contrato.
• Con relación al punto anterior, hay que reconocer que una buena propuesta económica es sinónimo de poder tener más opciones de “ganar” la licitación. Por tanto, si en muchos puntos tienes que subcontratar o no tienes una buena estructura de costes, te puedes quedar fuera de lista.
• Como complemento, es fundamental ser capaces de elaborar una buena memoria técnica, donde se comente la especialización del equipo, la coherencia con la parte económica y reflejar de forma fiel y consistente, toda la estructura de la empresa.
• No dejes pasar por alto las garantías. Los órganos de contratación nos exigirán una solvencia económica.
• Por último, contar con un buen asesor jurídico que te pueda dar soporte desde el principio hasta el final del contrato. En este sentido, desde Metropol Abogados, como abogados especialistas en contratación pública y gestionar licitaciones para empresas, recomendamos que te dejes guiar por nosotros antes de adentrarte en este nicho que, si bien es interesante, hay que considerar con detenimiento. Además, haremos todo lo posible por incrementar tus probabilidades de ganar una licitación pública.

Sin duda alguna, la Administración Pública puede ser un “caramelo” para que muchas empresas puedan crecer y aumentar sus perspectivas de desarrollo. Sin embargo, formar parte de licitaciones ya sea ganándolas y después incumpliendo el servicio o por el contrario, participando en muchas no siendo conscientes de la realidad de nuestra empresa, puede suponer un perjuicio económico y de tiempo si no se hace en los términos adecuados.