La figura de la ciberdelincuencia dentro del código penal

La figura de la ciberdelincuencia dentro del código penal

Si extraemos cifras de varias comunidades autónomas, resulta llamativo el auge que se está produciendo en cuanto a la ciberdelincuencia. La aparición del teletrabajo y el uso indispensable a nivel laboral y personal de las tecnologías de la información ha propiciado una nueva forma de cometer delitos. La figura de la ciberdelincuencia si lleva tiempo sonando en medios, periódicos y telediarios, es ahora cuando más conciencia está tomando entre todos nosotros. Por compartiros un dato destacable, según un reporte emitido por Kroll Cyber Risk cuantifica en un 90% el incremento de ataques mediante ransonware a centros sanitarios en todo el mundo en el segundo trimestre de 2022 respecto al primer trimestre de el mismo año.

¿Qué es la ciberdelincuencia? Una aclaración del concepto.

Como se puede observar, proviene de la combinación del prefijo ciber- (cuyo significo es “redes informáticas” y de la palabra “delincuencia”. En este contexto, podemos definirlo como cualquier actividad llevada a cabo mediante el uso de Internet y/o Nuevas Tecnologías con el objetivo de causar un daño en los sistemas informáticos, su destrucción o exportarlos. Comprenden los delitos conocidos en el argot como el hacking, delitos de daños informáticos, acceso e interceptación ilícita de datos. También podemos encajar en este contexto distintos tipos de fraudes o suplantación de identidad. La amplitud del espectro al que afecta la ciberdelincuencia es prácticamente infinita.

Las 4 amenazas más vinculadas a la ciberdelincuencia

  • Estafas informáticas. Conducta que consiste en realizar una actividad engañosa produciendo un desplazamiento patrimonial en perjuicio de la víctima y obteniendo así un ánimo de lucro. Aquí es donde muchas personas han ido hablar del llamado phishing o carding.
  • Los delitos informáticos de daños: Conduta que consiste en borrar, dañar, deteriorar, hacer inaccesibles, alterar o suprimir datos informáticos sin la previa autorización y con un resultado grave para el perjudicado.
  • Las defraudaciones de telecomunicaciones. ¿Un clásico? Usar de forma fraudulenta el Wifi del vecino.
  • Los ciberdelitos contra la intimidad. Un claro ejemplo es acceder a información personal del propietario de un dispositivo sin su autorización.

Podemos ayudarte y asesorarte en la protección de tu negocio e intereses ante un posible de ciberdelincuencia

esulta evidente que tanto las empresas como las personas en nuestro día a día, debemos de estar al tanto de esta “nueva forma” de cometer delitos, y cómo la figura de la ciberdelincuencia ha llegado a nuestras vidas, y por desgracia, para quedarse. El código penal debe estar vigilando estos casos con especial atención y hacer reformas continuadas acorde a la sociedad cada vez más digital, que nos estamos encontrando.

En Metropol Abogados estamos permanentemente actualizados con los cambios legislativos, novedades y situaciones que puedan provocar un daño motivo a un comportamiento de ciberdelincuencia. Como equipo de abogados en Sevilla, si tienes algo que contarnos relacionado con esta materia, escríbenos.

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